jueves, 24 de junio de 2010

EL MUNDO DE LOS MINIMOYS



Siempre he sentido admiración por los ilustradores. Aquellos que con unos sencillos trazos en el papel son capaces de descubrirnos todo un mundo de adormecidas fantasías que pensábamos que ya no volvería a despertar en nuestra mente, una adulta y sobrecargada mente de vivencias muchas veces cotidianas y rutinarias.

Los refrescantes dibujos de Pierre Buffin [compañía BUF] -gran técnico de efectos especiales para el cine- sobre personajes escogidos de la naturaleza, todo un universo sin salir del jardín, son refrescantes y sugerentes. Flores, gusanos, libélulas más veloces y maniobrables que los helicópteros modernos, arañas que entregan mensajes, ciudades de coleópteros que se mueven como los taxis de Nueva York.

En la segunda entrega de Arthur y los Minimoys - Arthur y la venganza de Maltazar- no solo podemos encontrar multitud de referencias a la vida en el campo, sino que también se filtran lecciones sobre la importancia de preservar la naturaleza y conservar con vida incluso a las insignificantes abejas, que por cierto son una especie protegida en la práctica de la jardinería.

Las modernas tecnologías de animación y 3D nos sumergen en un secreto paisaje a dos milímetros del suelo donde todos los seres vivos -excepto unos pocos- cooperan para crear un hábitat armonioso. Las imágenes de plantas irrumpen en nuestra retina como una profusión de colores sorprendentes.

Los relatos que nutren estas pequeñas historias llevadas a la gran pantalla nacen de la mano de un ex- biólogo marino francés llamado Luc Besson.
Luc tuvo un accidente durante una inmersión y desde entonces se dedicó a escribir historias. Es sorprendente como una mala experiencia puede sacar lo mejor que hay en nosotros.
Él lo hizo y hoy su personaje Arthur, no solo se ha ganado el afecto de los pequeños, sino también de muchos de nosotros.

Como director y productor de cine, Luc nos ha obsequiado con sorprendentes cintas entre la que se encuentra la futurista "El quinto elemento", con Bruce Willis. Incluso alguno de los anuncios televisivos que hemos visto así como fondos teloneros en grandes conciertos -ver Love Profusion. con Madonna- llevan su inconfundible sello.

La vida muchas veces nos pone contra las cuerdas, pero quien dijo que todo ha de terminar en un accidente del que sobrevivimos. Comenzar de nuevo puede ser el reto más intenso y emocionante que jamás hallamos experimentado, no nos lo perdamos autocompadeciéndonos de nosotros mismos. Luc Besson nunca llego a ser biólogo marino y creo que al contemplar sus trabajos con los elementos de la naturaleza; podemos sentirnos agradecidos de ello. Escribió cuatro tomos con un personaje de dos milímetros, Arthur, y nos llenó a todos hasta impregnarnos de todo un universo Minimoys.





miércoles, 23 de junio de 2010

Descubrir a Eugeni Sierra


Ser botánico y además ilustrador es una simbiosis que rara vez se da entre los investigadores de las plantas. El estudioso Eugeni Sierra Rafols [1919-1999] era uno de los que pertenecían a esta rara especie que transcendía de las palabras a los dibujos.

El 9 de febrero de 2010 se inauguraba en el Museo del Instituto Botánico de Barcelona una bioexposición titulada: “Descubrir a Eugeni Sierra” Los pasos de un ilustrador internacional.

La exposición, que permanecerá en funcionamiento hasta febrero de 2011 tiene como objetivo el aproximarnos a los más de sesenta años de su dilatada obra a través de sus dibujos. Se divide en tres bloques como muestra el tríptico donde el de introducción se ha englobado en el sugerente título de: “El bosque Sierra”.

Sus maravillosas ilustraciones son de una meticulosa calidad y todas ellas se encuentran impregnadas del amor por la naturaleza. La obra nos habla de su autor, un hombre que no temía al fío y las duras caminatas a través de zonas escarpadas durante largas distancias que nada tiene que ver con los senderismos modernos para fotografiar unos pétalos que después ilustraría en sus cuadernos o carboncillos.

El libro catálogo de la exposición recopila nada menos que 200 de estas hermosas imágenes del ilustrador botánico de referencia amenizadas por unas lecturas a pies de foto. Un hilo conductor entre el hombre y la naturaleza. Se exponen también hasta 49 publicaciones compiladas desde los años treinta hasta nuestros días y 24 objetos y documentos originales.

La iniciativa ha recibido desde su origen el soporte de instituciones tan acreditadas como el Institut Botánic de Barcelona, el Real Jardín Botánico de Madrid y la colaboración de sus nietos Adela y Eugeni González Sierra.

Además de todas estas maravillas; para la retina de los curiosos y adeptos se expone el audiovisual “Botánica Íntima”.


Eugeni Sierra i Rafols

Del 9 de febrero de 2010 a enero de 2011

Institut Botánic de Barcelona. Passeig Migdia s/n


Parte 7. EMPLAZAMIENTO y TIERRAS


No siempre es fácil saber qué planta es la más adecuada, cual es el lugar más conveniente o incluso si la tierra que utilizamos es la más idónea.

Las Plantas

Aunque los viveristas suelen disponer de muchas variedades interesantes –y últimamente la globalización nos ha traído muchas especies tropicales- el dicho popular de “donde fueres haz lo que vieres”, podría ayudarnos en la tarea de observación y adquisición de plantas. Al visitar un vivero lo primero que debemos observar –a parte de los precios, claro- es qué plantas están situadas a pleno sol, las que están en semisombra, en sombra total o son de interior con luz abundante. Estas ubicaciones podrían orientarnos sobre dónde las deberíamos colocar nosotros. También nos fijaremos en cómo se riegan, si se trata de aspersión, agua pulverizada. microriego, o quizá simplemente hay un mantenedor que emplea una manguera. Estos sistemas de riego pueden determinar u orientarnos en cuanto a la forma en que debemos hacerlo nosotros.

En un vivero siempre hay algún técnico que puede ser; un Maestro Jardinero, un Perito Agrónomo o un empleado autodidacta, avispado, y que seguramente se ofrecerá de buena gana para responder nuestras preguntas, sin embargo también disponemos de un recurso muy útil en la propia planta. Si nos fijamos bien la mayoría de ellas –siempre que no sean de cosecha propia- tienen una ficha de cultivo. En esta ficha plastificada a color encontramos una sinopsis del tipo de planta, nombre, origen, época de floración, frecuencia de riego y otros datos interesantes, aunque también podemos documentarnos si anotamos el nombre en latín de la planta y lo agregamos a un buscador de Internet.

En nuestra pasión por la jardinería, no podemos dejar de lado el trabajo de campo, quizá no llevemos siempre con nosotros una de aquellas maravillosas libretas Moleskines donde anotarlo todo con maravillosos dibujos, -quizá como los que realizaba el ilustre botánico Eugeni Sierra- pero sí podemos ser buenos observadores.

¿Qué plantas hay en las terrazas de primera línea de mar –o en cualquier otro espacio- que además prosperan?. ¿Son susceptibles a las plagas?, porqué no darles un vistazo y miramos en el reverso de sus hojas. ¿Cómo es la flor, cuantas veces florece?...

Todas las plantas buscan la luz para su ciclo natural de fotosíntesis, de manera que si solo recibe la luz por arriba como si estuviese plantada dentro de una caja, la planta crecerá de prisa, pero hacia arriba –espigado- adquiriendo unas formas poco estéticas y saludables. Las plantas necesitan que la luz les llegue de forma homogénea. En el caso de las de interior además debemos evitar situarlas junto a ventanas o cristaleras, el vidrio atrae los rayos de sol de manera concéntrica –efecto lupa- y termina quemando las hojas.

Sin duda habrá plantas que nos gusten más que otras, pero si queremos que sobrevivan en nuestro terreno debemos averiguar tres cosas básicas: hacia dónde está orientado y cuantas horas de exposición directa al sol recibe, qué sistema de riego se está empleando y finalmente cual es el tipo de tierra.

Tierras.

A simple vista, todas podrían parecer iguales y sin embargo algunas plantas no prosperarían en una tierra que no sea la adecuada. Por ejemplo las Hortensias son más propensas a germinar en tierras ácidas –no hay nada más que ver el tamaño y exuberancia que adquieren en los suelos de Galicia-. Una tierra ácida que puede ser muy útil a tal propósito es la tierra de castaño.

Tipos de tierras o sustratos.

  • Alcalina.
  • Ácida.
  • Arenosa.
  • Mullida o rica en turba.

Antes de hablar de los tipos de tierra, necesitamos conocer cuales son los valores de PH de la tierra. Se considera que un valor inferior a 7 en Ph se considera un suelo ácido y que cuando supera este estándar nos encontramos con un firme alcalino. De manera que para corregir la acidez de un suelo se emplea normalmente la cal como un añadido que la equilibre.

La mayoría de las plantas prefieren un Ph Neutro [7,0] con tendencia a la acidez.

ALCALINA

Si una tierra es demasiado arcillosa y alcalina, nos encontramos con diversos problemas para trabajarla; el primero es su dureza e impermeabilidad. Como se ha formado una gruesa costra en la superficie, cuando llueve, el agua se desliza sobre ésta como si se tratara de una plancha de cemento y las plantas no consiguen aprovecharla. En este caso, el jardinero debe aumentar el entrecavado y el aireado de tierras para favorecer el paso del agua y la filtración de nutrientes además de un adicionado extra de materia orgánica mezclada con arenas no salinas.

Este tipo de suelos tan compactado carece de suficiente drenaje y las partículas –que a veces son muy pequeñas- están muy próximas unas de otras, se trata de un suelo muy tupido y uniforme que puede literalmente ahogar a las plantas hasta casi estrangular sus tallos.

ÁCIDA

La acidez de un suelo puede deberse a muchas causas aunque en ello intervienen las defecaciones animales, las materias vegetales que se depositan sobre ella –hojas y cortezas de los árboles, por ejemplo- a lo que contribuye el rango de lluvias que detectemos en el pluviómetro. Ph por debajo del 7,0.

ARENOSA

La arena tiene muchas propiedades deseables, por ejemplo conserva más tiempo la humedad, ofrece menos resistencia de germinación puesto que la planta o gramínea se abre paso con menos dificultad y es un buen complemento junto a otros tipos de tierras para equilibrar su textura. Sin embargo por sí sola no aporta muchos nutrientes, excepto los que le llegan de manera espontánea. Es el tipo de tierras que encontraríamos cerca de los ríos marismas y humedales que por otro lado cobijan una gran actividad de gusanos muy deseables en suelos arcillosos.

MULLIDA

Lo que más facilita el efecto de acolchado son las hojas y materias vegetales que con el tiempo han creado un compost orgánico de manera espontánea y natural. No son tierras apelmazadas y endurecidas por la erosión, muchas veces este tipo de tierras se encuentran en zonas sombrías, manteniendo la actividad de sus inquilinos y la humedad. Toda la superficie sedimentada se ha convertido en una turba que añadida a otros tipos de tierras nos facilitan un pH muy adecuado, una composición más fácil de trabajar y unos minerales y partículas nitrogenadas que sin duda ayudarán en el crecimiento de la mayoría de plantas vivaces, tapizantes e incluso arbustivas.

En el caso de las grásulas, suculentas y cactus la tierra debe tener un buen drenaje y aproximarse al índice alcalino.

Ensayo tubos

ANÁLISIS de TIERRAS

Algo muy recomendable es que sepamos de qué tipo de tierra disponemos y para ello una herramienta Online muy útil puede ser el servicio de FERTIBERIA, -el análisis cuesta 35 €- aunque también podemos llevar físicamente una muestra a un centro de analíticas que nos cobrarán una cifra aproximada. O podemos hacerlo nosotros mismos. Ver vídeo.

Clean soil

Otras empresas de análisis de suelos:

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lunes, 21 de junio de 2010

APADRINA UNA VID



Detrás del slogan "Apadrina un CEP de MALVASÍA de Sitges", hay una gran tradición vinícola.
Dice la leyenda que los primeros sarmientos de malvasía llegaron a Sitges de la mano de un almogávar que, al comienzo del siglo XIV, acompañaba a Roger de Flor hasta el Mediterráneo oriental para luchar contra los turcos que acechaban el imperio bizantino.

Entre los siglos XV y XVII el cultivo de la malvasía se extiende por toda la cuenca del Mare Nostrum ofreciendo uno de los más esquistos vinos, favoritos para reyes y papas. Durante aquella centuria y la siguiente, la malvasía se exporta al rededor de Europa y también hasta las colonias ultramarinas, lo cual le confiere la acreditación de uno de los vinos catalanes más preciados de la época fuera de nuestras fronteras.
La llegada de la plaga de la filoxera, la aparición del champan y los elevados costes de producción marcaron el comienzo del fin para la malvasía.



EL LEGADO LLOPIS

Consciente de que su cultivo acabaría desapareciendo del todo, el año 1935, el diplomático Manuel Llopis de Casades -último heredero de la casa Llopis- quiso evitarlo legando a Sitges la viña de Aiguadolç y el negocio familiar de elaboración de malvasía que se había conservado a través de las diversas generaciones de sus antepasados.

Durante más de medio siglo, la Fundación Hospital Sant Joan Baptista se ha mantenido fiel al legado que había cedido Manuel Llopis de Casades. Tal y como se especificaba en el testamento, hoy día la institución envía todavía al albacea del legado 12 botellas de malvasía para dejar constancia de que continúa elaborando este sabroso producto.

No obstante, la creciente demanda de malvasía dulce y la elaboración -o recuperación- de otras propuestas como: El Blanco Subur, la malvasía seca y muy pronto un espumoso exclusivamente de malvasía han conllevado que en la última década la Fundación haya llegado a diversos compromisos con productores vinícolas con tal de disponer de más malvasía de Sitges y poder satisfacer esta demanda.


APADRINA UN CEP DE MALVASÍA

La campaña Apadrina un Cep de Malvasía de Sitges que ahora quiere poner en marcha la Fundación se inscribe dentro de este proyecto global. Al mismo tiempo, también desea implicar a todos los ciudadanos de Sitges y la comarca que creen que la malvasía es uno de los signos de identidad mes valiosos de nuestra población y en general a todas aquellas personas que amen el valor de las tradiciones.
Después de dos años de permanecer en reposo, recientemente en la viña que se encuentra al lado del Hospital, se han replantado unas 700 cepas de malvasía. Desde la fundación se pretende que el cultivo de esta viña sea totalmente ecológico y se convierta en "La Joya de la Corona" de la bodega del Hospital.

La apuesta por un cultivo ecológico tiene naturalmente un coste económico. Con el apadrinamiento de una cepa -o más de una- de malvasía, las personas interesadas en participar en la campaña ayudarían a sufragar una parte de la plantación y del crecimiento de estas cepas, que necesitan una atención constante y cuidadosa.

Tan importante como el tema económico lo es el aspecto simbólico de la campaña. El que se convierta en padrino o apadrine una cepa de malvasía recuperará, a través suyo, un pedazo de aquel pasado ya desaparecido de Sitges -y de tantas ciudades de nuestro entorno inmediato- en el que los hombres y las mujeres vivían arraigados a la tierra que les había visto nacer.

Audio promocional en CATALUNYA RADIO



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Las imágenes y el texto corresponden al tríptico promocional.
Traducción del catalán, Manuel Julián.


sábado, 19 de junio de 2010

Julian´s Gardens: Parte 6. ABONOS

Julian´s Gardens: Parte 6. ABONOS

Parte 6. ABONOS



Lo mejor de tener hambre es poder saciarnos después con alimentos sabrosos y exquisitos. Por supuesto esta teoría no tendría ningún sentido en lugares como Etiopía.

Las plantas también tienen hambre de jugosos nutrientes y minerales con que mantenerse vivas. No hace mucho tiempo los únicos abonos que se añadían a la tierra eran orgánicos, digamos que, todo volvía a su lugar de origen. Recuerdo cómo mi padre, y su padre y seguramente también el padre de este aprovechaban los excrementos de las gallinas (gallinaza), de los conejos y por supuesto de las vacas y otros rumiantes para abonar sus campos. El resultado; los frutos del suelo eran espectaculares en cuanto a sabor, tamaño, olor y texturas.

Las cosas hoy han cambiado, todo se sintetiza y se envasa en un recipiente de plástico, en fin son otros tiempos.

En este tema de nutrientes, debemos partir de la premisa de que en una situación normal, las plantas se procuran ellas mismas el alimento y lo buscan tenazmente aunque para ello sus afiladas raíces deban extenderse o profundizar muchos metros, pero si se trata de unas macetas en la terraza o el patio de nuestras casas, la cosa cambia, porque en este caso siempre dependerán de nosotros para el alimento y el agua.

Vamos a continuación a desarrollar una breve explicación sobre los abonos más conocidos. Los agruparemos en dos tipos: Foliar y Radicular. El primero es el que pulverizamos sobre las hojas y el segundo el que añadimos a la tierra para que lo absorban sus raíces.

Abono Foliar.

Este tipo de fertilizantes líquidos nunca deben aplicarse a pleno sol para evitar que la planta se queme o en días de lluvia, porque las hojas se lavarían y perdería su efectividad. La pulverización debe realizarse con un gramaje de gotas muy finas. Cuanto más pequeñas sean las gotas, más superficie cubriremos, esto último se haría evitando el viento, porque no debemos olvidar que estamos tratando con productos químicos y la parte del cuerpo que más absorbe los patógenos externos son la piel y las mucosas.

Uno de los fertilizantes líquidos más difundidos son los comercializados por Massó Analitical.



Una vez que las hojas reciben el fertilizante pulverizado lo metabolizan rápidamente a través de los millones de ínfimos filamentos y ramificaciones que lo conducen por toda la superficie vegetal hasta los tallos y finalmente las raíces.

Por lo general las aplicaciones se realizan desde marzo hasta finales de septiembre en plazos de 15 o 20 días, este tipo de abonado no sustituye ni reemplaza al abono radicular, solo lo complementa. Es muy útil consultar las guías de tratamiento antes de las aplicaciones o descargarlas de internet.

La composición llamada universal consiste en la liberación de microelementos de hierro, potasio, fósforo, cobre, manganeso y otros holigoelementos.

Si lo que deseamos es que la planta reverdezca, el componente principal del fertilizante debe ser el hierro y si por lo contrario el efecto deseado es la intensidad de color en las flores, entonces debemos adquirir uno con un mayor índice de potasio.

Es muy importante seguir las instrucciones en cuanto a la posología, que casi siempre es un tapón por cada 5 litros de agua. Si no fuera así, el propio producto se vendería con un vaso dosificador y una tabla de equivalencias en centilitros. Si abusamos de las cantidades, el efecto puede ser muy contraproducente. También es muy conveniente limpiar todo lo que se pulverice fuera de la planta y que después nos lavemos las manos con agua abundante.

Abono radicular orgánico.

GUANO

Este otro tipo de abono se obtiene a partir de las defecaciones de aves marinas como las gaviotas y los albatros que durante años se han ido depositando sobre las rocas y arrecifes de diferentes acantilados en las costas de Sudamérica y Sudáfrica. Uno de los principales proveedores de este tipo de abono es Perú. Se trata de un producto muy intenso que debe tratarse con prudencia y nunca exceder las cantidades recomendadas.

COMPOST

La materia orgánica se descompone convirtiéndose en una especie de tierra liviana. En primer lugar los hongos actúan en la fermentación seguidos de las bacterias en un medio bien oxigenado. El compost es un recurso ecológico que ofrece muchas ventajas en la eliminación de materia vegetal; residuos de frutas y verduras, limpieza forestal y jardinería. Cada vez se agudiza más la conciencia ecológica de diferentes municipios que adquieren plantas de compostaje para reciclar mucha materia desechable que después tiene una notable utilidad mezclada con tierras de diferente composición. No es difícil preparar uno en un lugar reservado y discreto de nuestro jardín y hay muchas páginas web que explican como hacerlo.

HUMUS

El humus proviene de la descomposición de la materia vegetal de los suelos, pensemos por ejemplo en las hojas, las cáscaras de los frutos y las cortezas de los árboles que caen constantemente produciendo un acolchado que poco a poco se sedimenta sobre el suelo. Hace muchos años, en Inglaterra copiaron este procedimiento natural para desarrollar la técnica del mulching. Además de una protección contra las heladas, el mulching produce humus que libera los nutrientes orgánicos necesarios para las plantas. Bajo esta mullida cama de hojas, los insectos más beneficiosos para la tierra (como las lombices), se mantienen activos perforando un sinfín de galerías y pasos subterráneos que son aprovechados en tiempo de lluvias para conducir los minerales hasta las capas más profundas.

ESTIERCOL

Este último prácticamente se utiliza solo como tratamientos nitrogenados de tierras o como complemento en las resiembras. Se trata de las defecaciones de rumiantes mezcladas con arenas lavadas de rio y alguna materia vegetal y serrines. Se le conoce comúnmente como Recebo. Los rumiantes, como las vacas se alimentan de toda clase de hierbas y gramíneas, durante su digestión, esas semillas permanecen intactas y después son expulsadas como estiércol. Cuando efectuamos una resiembra o nueva plantación, es conveniente tapar la semilla con un mantillo orgánico de aproximadamente un centímetro de espesor. Este procedimiento evita muchas veces que los pájaros y las hormigas se lleven las semillas, pero el mantillo procede del estiércol, y este también transporta otras muchas semillas no deseadas. En poco tiempo podemos encontrarnos con un césped que intenta sobrevivir entre lechugas y cardos y que nos obligará a efectuar la eliminación manual de malas hierbas y aplicaciones de herbicidas selectivos (solo mata plantas de hoja ancha sin amenazar el césped).

Abono radicular químico.

Los abonos químicos se presentan en la mayoría de los casos como gránulos o polvos. Los gránulos suelen ser de liberación lenta. Algunos de los más conocidos son el NITROPHOSKA®, NOVATEC® -ambos de COMPO®- unas bolitas azules y el SEQUESTRENE®, un quelato de hierro que cuando se disuelve en agua adquiere el color enrojecido del vino. Ambos son de liberación lenta.



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Ver las siguientes entradas relacionadas:

Abril: Abonos Nitrogenados Análisis de pesticida Mayo: Clorosis férrica


viernes, 11 de junio de 2010

LAS ARENAS DEL TIEMPO







Tengo la teoría de que el tiempo no es un simple vector lineal con un punto de partida y una flecha en su otro extremo, más bien me da la impresión de que el tiempo es una gran espiral que nos atrapa y nos conduce inexorablemente en el mismo sentido.
Por supuesto la idea carece de rigor científico, pero nuestros recuerdos parecen girar como la sombra de un reloj de sol en una pared desconchada o como la cola de un huracán fotografiado desde el Meteosat. Nuestro tiempo da vueltas y aunque creamos que lo que estamos viviendo hoy no volverá a repetirse, lo cierto es que todo vuelve como una caprichosa moda que ya habíamos abandonado.

Nuestro tiempo siempre se acaba. Como una gran espiral de círculos concéntricos, al final, el último de ellos de diámetro más pequeño, es el que ahoga nuestro último aliento. Y todo ello podría parecernos claustrofóbico si no fuera por todas las vueltas que aun nos quedan por dar, quizá un nuevo giro en nuestras vidas, nuevas oportunidades. En cualquier caso siempre ocurre algo en uno de sus círculos que hace que nos preguntemos si valió la pena.

La fantástica máquina del tiempo, lamentablemente solo existe en las películas; quizá el DeLorien de regreso al futuro o el Jacuzzi al pasado. Aún no se ha desarrollado la máquina que pueda transportarnos a un punto del pasado en el que cambiando algo logremos que nuestra vida presente sea distinta o más exitosa.
La realidad es que todo esto debemos hacerlo sobre la marcha, los círculos concéntricos son tan hipnóticos como nuestras decepciones. Es difícil creerlo ahora y en cambio es absolutamente preciso que aprendamos de nuestros errores por que en la próxima vuelta podemos experimentar algo parecido y necesitamos estar preparados.

El diseño de algunas plantas está repleto de evidencias, espirales que imitan la vía láctea abriéndose a la luz, rizomas y atractivas flores redondeadas como escaleras de caracol. Si nos aproximamos a ellas podemos apreciar que están dispuestas a confiar en nosotros y ofrecérnoslo todo. No se si alguna vez seremos capaces de imitarlas, de confiar y ofrecer o seguiremos pensando en que son hermosas, pero ingenuas.
Cada nueva vuelta en la vida nos hace más suspicaces, el tiempo se acaba como un ventilador desenchufado de la corriente cuya inercia mantiene a sus aspas girando cada vez más lentamente. Mientra llega el momento en que todo se detiene, quizá todavía estemos a tiempo de hacernos una última pregunta: ¿qué estamos haciendo con nuestras vidas?.

Posiblemente no sea necesario darle muchas vueltas.





miércoles, 9 de junio de 2010

Libro de AUTOAYUDA




Las estanterías de las librerías están llenos de ellos. Nuestra sociedad ha avanzado hacia una desconfianza impregnada de egocentrismo. Aunque quizá la palabra avanzado no sea la más adecuada si fuera cierto que lo que estamos construyendo se cimenta en criterios unilaterales y yoistas. El hombre, -o la mujer- a pesar de vivir en grandes comunidades, es muchas veces un ser aislado e introvertido, que rechaza la ayuda de otros. Nadie es capaz de comprenderle, ni siquiera sus familiares y amigos allegados, tampoco se comprende así mismo. Los estudiosos de la mente y el comportamiento humano han promovido la idea del self-service y la autoayuda. ¿En quien podrías confiar sin después sentirte decepcionado? Nuestro mundo está formado primero por nosotros y luego por los demás.

Lo que más se ha necesitado siempre en un naufragio –además de la esperanza de salir de esa situación, ha sido la compañía de otra persona. Desde Tom Hanks hablando con Wilson, una pelota de voleibol, o hasta el propio Robinson Crusoe conversando con su fiel “Viernes” -su única compañía en la isla- todos nosotros nos necesitamos. La autoayuda o el hágalo usted mismo viene como consecuencia del miedo a ser engañado o quizá a la ineficacia.

En la práctica de la jardinería casi siempre es mejor consultar otra opinión a pesar de las miles de impresiones y páginas en Internet con manuales o autoayudas.



domingo, 6 de junio de 2010

Parte 5. RIEGOS




Desde hace muchas décadas algunos científicos y astrónomos han buscado agua en la Luna y todos sabemos que la existencia del preciado fluido es lo único que podría ofrecer alguna garantía de vida en este planeta.

Aquí abajo, a casi trescientos ochenta y cinco mil kilómetros de distancia, nuestros problemas pueden parecer diminutas motas de polvo y sin embargo, la escasez de agua es una enorme mota de polvo que cada vez preocupa más a la comunidad científica.

La pluviometría de los pasados veinte años ha revelado una precariedad de lluvias que ha estado acelerando considerablemente la erosión de la tierra. Mientras esto ocurría, las medidas adoptadas para dosificar los acuíferos y pantanos no siempre han sido eficaces.

Desde hace algún tiempo, la falta de agua ha provocado reiteradas alarmas sociales que nos conducen a replanteamos si no deberíamos hacer las cosas de otra manera. No siempre se efectúa un uso racional del agua, ya que en muchos casos se malgasta sin cuidado. Quizá ha llegado el momento de adoptar ciertas medidas sencillas con el fin de de promover la cultura del ahorro energético y de los recursos naturales. Nos equivocaríamos si pensáramos que lo que uno hace en la intimidad de su casa no debe afectar al bienestar de los demás, porque en el caso de este bien común, es una realidad que el ahorro y conservación del agua nos incumbe a todos.

Durante los últimos veranos, la franja mediterránea se ha estado calentando y provocando una aridez y erosión de los suelos que son inusuales; temperaturas que los más antiguos del lugar no habían conocido antes. Este avance del tan temido cambio climático, declina hacia un brusco recalentamiento. Los resultados; que se traducen en enfermedades de la piel, alteraciones en el lecho marino, avances de los desiertos y otros efectos no deseados preocupan a los estudiosos del medio, pero también a todos aquellos que hacen de la práctica de la jardinería su profesión u ocupación más enriquecedora.

Antes de profundizar en algunas técnicas de riego hay que partir de la premisa de que si bien todas las plantas precisan el agua para su subsistencia, no todas deben recibirla de la misma manera. Lo antedicho podría parecer una contradicción si pensamos que cuando llueve, todas las plantas se mojan por igual. En este caso conviene recordar que las circunstancias climatológicas de un día de lluvia no se dan cada vez que regamos. Por ejemplo, imaginemos que una tarde mientras un tórrido Sol recalienta las piedras nos disponemos a regar con una manguera nuestras plantas, quizá no nos hemos apercibido, pero la manguera ha estado al sol y los primeros litros de agua que expulsa, podrían tener casi la temperatura de ebullición, además de ello si mojamos todo indiscriminadamente -también las hojas- el sol se encargará de freírlas hasta convertirlas en patatas chips. Regando en estas circunstancias, las plantas se llenarían de hongos y en el caso de algunas coníferas como los Cipreses y Tuyas les provocaríamos una alarmante desecación de su follaje.



Como vemos, las maneras y el momento deben ser los adecuados. Algunas plantas necesitan ser rociadas con agua pulverizada, otras solo mantener la humedad sin llegar al encharcamiento, en cada caso las técnicas de riego pueden ser muy variadas y adaptarse a cada necesidad.

Desde el pasado medio siglo hasta nuestros días, uno de los sistemas de riego más eficaces es el riego por goteo. En la mayoría de los casos, no solo se consigue un considerable ahorro de agua sino que además se trata de un eficaz medio para mantener la humedad deseada. Con solo la cantidad necesaria de agua se pueden lograr resultados espectaculares gracias a la continuidad y uniformidad del goteo. Es sin duda más fácil confiar en un buen programador automático de riego que en nuestra memoria o disponibilidad.


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Césped, Día de la Tierra, Hidrojardineras, Xerojardinería


jueves, 3 de junio de 2010

Fábula de la liebre que nunca quiso ser hormiga


Cerró la puerta y con ello, dejó atrás muchas otras cosas. Las calles húmedas y encharcadas reflejaban el paso decidido de un joven madrugador, se diría que sabía a dónde iba aunque lo cierto es que no era así, su prisa solo era por alejarse. Un camionero lo recogió de camino a Glorias, después de él fue el matrimonio Mérimée, dos afables ancianos de regreso a Montlieu. Esa noche dormiría en su saco acolchado bajo un firmamento tintineante de remotas estrellas; casi tan remotas como sus sueños.

En la fábrica solo era un número, operario 1470, sección 1400, taquilla 12, una hormiga que si levantaba la vista de la cinta transportadora, recibiría una amonestación. Varias amonestaciones después, una charla sobre virtudes y moralidad en el despacho del director; un recurso justificado para evitar la holgazanería y las consecuencias, por supuesto, afectarían el sueldo. Con el poco dinero que pudo reunir y dos mudas se alejó una lluviosa mañana de Barcelona. Al día siguiente volvió a mostrar su pulgar en dirección norte, tres semanas después había llegado a Escocia.

Edimburgo era una ciudad limpia y ordenada, sus habitantes apreciaban la música de su guitarra española y no le resultaba difícil reunir unas pocas libras para al menos una comida al día y un poco de merienda. Después trabajó de marinero limpiando ferrys hasta que finalmente sus pies le condujeron a los jardines de un castillo. Cuando era niño su padre le había dicho -aludiendo a su constante inquietud-, que tenía pies de liebre, antes de fallecer le hizo prometer que ocuparía su puesto, en la fábrica. Sin embargo, a menudo se sentía como una etiqueta enclavada en un mapa; a pesar de que en cierto modo se lo debía, no deseaba continuar el resto de su vida siendo el kilómetro 80.

Su padre escogió este estilo de vida por su pasión por la lectura, el turno era rotativo, pero cuando trabajaba de noche podía acumular hasta cinco días seguidos de descanso; cinco días para devorar alguno de los miles de libros que pululaban por toda la casa. Libros apilados sobre estantes, mesas y bibliotecas improvisadas. El espacio de los pasillos adelgazaba debido a las estanterías que hizo instalar desde el suelo hasta el techo. Consiguió trasmitir ese mismo sentimiento a su hijo quien a su vez había escrito dos libros, uno era una novela histórica y el otro un recopilatorio de relatos cortos, los pudo distribuir en varias docenas de editoriales, pero hasta el momento nadie mostraba suficiente interés por sus escritos.


Los jardines de Fountain Court en el recinto de Culzean Castle precisaban un cuidado constante, pero no podía compararse con la anodina tarea de una fábrica. El señor Walter McLean era el séptimo descendiente del personal de servicio bajo la tutela de los condes de Cassillis desde el siglo XVI.

En los trabajos de mantenimiento participaban otros muchachos de intercambio cultural entre los que se encontraba María, ella había venido desde Roma como paisajista. Sus manos eran delicadas con las plantas y sus movimientos suaves y femeninos, para él cada uno de sus sugerentes gestos contenía un mensaje cautivador. Veintiséis días después eran algo más que amigos y él por fin descubría cual era su lugar en el mundo, por fin lo supo, quizá era un romántico, un clásico. Pero una noche de octubre en la que María no pudo acudir a su encuentro debido a una repentina gripe, recibiría la visita de James, el hijo del panadero, un joven robusto, y apasionado. Sus visitas eran frecuentes y ella quedó muy pronto embarazada.

En la carretera M90 en dirección a Perth un camionero recogía a un joven con una mochila y una guitarra, después hizo lo mismo un vendedor de aspiradores y luego un grupo de hippies en una transporter decorada con margaritas.

El operario 1470 volvía a levantar la vista de la cinta donde ahora se acumulaban docenas de tornillos que caían al suelo sin cesar. Ni siquiera se molestó en recogerlos, se quitó los guantes y el delantal sin permiso y se fue. El motivo fue un mensaje corto a su teléfono móvil, solo una frase que decía “estamos muy interesados en publicar uno de sus libros”. Mientras atravesaba la sección 1400 ante la atónita mirada de un hormiguero de delantales azules recordó lo que siempre le había dicho su padre:


-hijo, cada día tiene sus propias preocupaciones-





CASA CON JARDIN


Sitges, mediados de 1976





Un coche al que llaman escarabajo se detiene en la calle España, las chicas son rubias y hablan un idioma parecido al alemán. A pocos metros, los camareros del Subur cuchichean algo sobre ellas, entre ambos hay cierta complicidad. Al instante el maître les interrumpe para recordarles cuales son sus obligaciones, después él mismo es quien se detiene a observarlas. Sus ojos son dos luces alargadas de escáner que comienza su lectura desde las zapatillas hasta culminar en las gomas de las coletas. Las chicas caminan entre veintenas de turistas ávidos de Sol hasta desvanecerse en un perfecto mimetismo con el paisaje de la calle. El mar, la arena, la paella, el flamenco, todo ello conforman la postal de un pintoresco souvenir.

Sitges continúa creciendo y lo que antes era el “Cap de la Vila”, ahora se ha convertido en un céntrico lugar de encuentro. Hacia el sur, en dirección al Terramar, una franja de casas coloniales construidas en otro tiempo por los indianos que regresaron de Cuba acoge a diversas familias burguesas y acomodadas. Esta parte del pueblo es conocida como el Vinyet. En una de sus calles flanqueadas por arbolado y baladres se encuentra una casa con nombre de mujer, yo no la conocí, una larga enfermedad se adueñó de su vida. En la casa flota todavía su recuerdo como una atmósfera sutil que lo impregna todo, su esposo no tocó ninguna de sus pertenencias, todo se encuentra en el mismo lugar: un cuadro inacabado, una blusa sobre la silla, un plantador de bulbos en el parterre.

Cuando contrató los servicios de jardinería insistió sobre todo en que se respetara el estilo que había iniciado su esposa, esta era la quinta empresa de conservadores en tres meses, también cambió al personal de mantenimiento de la piscina y de la pista de tenis, luego despidió al chofer por no haber limpiado su Bentley 1963; de este vehículo solo se habían producido 1.630 unidades, el suyo tenía todos los extras, incluido las briznas de césped en las alfombrillas. Cuando habló conmigo parecía un hombre angustiado, me atendió mirándome a los ojos, algo poco frecuente en personas de su mundo, magnates de negocios que no reparan en nimiedades. Estaba solo y me invitó a sentarme, después me preguntó si lo quería con hielo. Mientras tapaba la cubitera volvió a dirigirse a mí:

-¿alguna vez ha pensado en la muerte?

Su pregunta me obligaba ha pensara en ello..., yo solo pretendía detallar los pormenores de un presupuesto que no sería barato teniendo en cuenta las dimensiones y complejidad del jardín. Su frase almibarada de melancolía y media botella de escocés no pretendía una respuesta que no fuera sincera. Era como si el contrato de mantenimiento que le ofrecía dependiera de mi respuesta a esa pregunta.

-Pienso en ella todos los días-

Después de varios meses trabajando en su jardín, las conversaciones eran cada vez más profundas y desconcertantes, siempre los viernes a las siete de la tarde. Su esposa se fue sin dejarle descendencia, tenía familia en el estado de Illinois aunque nunca se preocupó por saber si estaban vivos.

Con el tiempo muchas de las reflexiones sobre su vida; una intensa biografía, se convirtieron en frases que anidaban en mi mente.

Una tarde de viernes, su silla estaba vacía, el Bentley reposaba solitario y la cocinera filipina me agradeció mi último servicio.

En poco tiempo el seto que recubría el perímetro de la casa se marchitó dejando al descubierto un jardín abandonado en el que el césped había alcanzado varios metros de altura y en la piscina agrietada fondeaba un manto de algas putrefactas. Solo cinco años después se construían en el mismo lugar ocho casas pareadas con jardín comunitario.

Mi cliente, el dueño del Bentley, no tenía herederos y falleció sin temor a la muerte, a lo único que tuvo miedo fue ha estar solo. De todas las cosas que me contó recuerdo una frase en la que me dijo que cambiaría toda su fortuna por un solo día con su esposa, por ella lo habría dado todo. Esa tarde comprendí que todo lo que me dijo era sincero.

Geranios

Casa de Louis Van Gaal copia/
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