MUSGO

Mientras paseábamos por el bosque de Sant Bernat en El Parque Natural del Montseny, Enric de ocho años me preguntó para qué servía el musgo. Lo hizo mientras olía un pedazo de tapiz verde que había cogido de una piedra. Le pedí que lo devolviera a su lugar porque es una especie protegida y después intenté explicarle cómo el musgo consigue mantener la humedad y la consistencia de la tierra evitando su erosión y como los pájaros construyen con unas cuantas de sus hebras una mullida cama verde y aterciopelada para sus polluelos.

El substrato que de manera natural crea las esporas del musgo hace posible que otras variedades de plantas puedan adherirse al suelo incluso sobre las piedras.

Algunos estudiosos en botánica sostienen que se trata de una de las plántulas más primitivas que existen añadiendo muchos ceros a la edad de sus orígenes.

Sea como fuere, los científicos han practicado experimentos biológicos desde hace siglos con musgo y más recientemente se ha descubierto que entre sus propiedades más sobresalientes se encuentra su capacidad como detector e indicador de la contaminación no solamente del suelo y del aire, sino también del agua. En Rusia y en Japón se ha demostrado que algunos tipos de musgos poseen una alta capacidad de acumulación de agentes radiactivos del aire, como el Zirconio y el Cesio.

En otros países se han llevado a cabo investigaciones sobre los principios activos de los musgos, y existen datos acerca de su actividad antibiótica (antibacteriana y antifungicida). En Estados Unidos, por ejemplo, se han realizado estudios para determinar su actividad antitumoral y se han obtenido resultados muy prometedores.

Otros estudiosos consiguen gracias al musgo encontrar grandes depósitos de minerales debido a su absorción. Alguna variedad de musgo muy concreta se adhiere notablemente en los yacimientos de cobre mucho más que cualquier otra especie tapizante.

La mayor amenaza para el musgo no son los insectos ni los hongos, sino la mano del hombre y muy especialmente durante el mes de diciembre y enero de cada año en el que personas e todo el mundo decoran el tradicional Belén con capas de musgo.

Las páginas del Gencat publican cada año las prohibiciones y recomendaciones de su uso, el PEIN (Plan de Espacios de Interés Natural), considera al musgo dentro de las especies protegidas.