El agua, o más bien la falta de agua sigue preocupando a gran parte de la población mundial, se podría decir que la Tierra está sedienta.
En una de las páginas [pág. 60] del nuevo número especial del National Geographic de abril 2010 aparece una fotografía de las mujeres gabra del norte de Kenya. Estas mujeres son capaces de caminar cada día hasta cinco horas transportando unos bidones de agua sucia hasta sus casas. El título de la imagen a dos páginas es “El peso de la sed”.
La conciencia ecológica ha impulsado a las grandes productoras de gramíneas ha experimentar con variedades que precisen menos agua, después de años de investigación, algo se ha descubierto.
¿Qué pensarías si te dijeran que existe una especie de césped que puede soportar ciertos períodos de sequía y que puede ser regado con agua salobre?.
Pues esta hipótesis ya es una realidad.
Siempre fue una planta humilde, algunos la llamaban césped rústico, pero lo cierto es que se compacta bien, es capaz de crecer en suelos arenosos, pasar sed, sobrevivir a inundaciones de agua salada, crecer menos, más despacio y con la mitad del fertilizante que precisarían otras espacies.
Algunos le llaman la Grama de agua o césped del mar. Al crecer sin necesidad de agua dulce, supone un gran ahorro económico y de recursos, por otro lado la propia sal del agua actúa como herbicida natural controlando los hierbajos y por lo tanto reduciendo el uso de las aplicaciones fitosanitarias.
En los últimos diez años, los horticultores han creado variedades que hoy tapizan con éxito muchos campos de golf de todo el mundo. La variedad más conocida como resistente es la Sea Spray.
0 comentarios:
Publicar un comentario