Quizá sea algo recurrente, pues ya lo habíamos visto en LLAMARADAS, película protagonizada por Robert De Niro y Kurt Russell. Pero esta vez es cierto, dos hombres que habían trabajado en labores de extinción de incendios y limpieza de bosques encienden un fuego con la aparente intención de calentar la cena en medio de las montañas de Horta de San Joan, como resultado 270 bomberos y 70 dotaciones terrestres intentando extinguir un fuego que arrasó una superficie superior a 1000 hectáreas de vegetación forestal en el parque natural de Els Ports. Cinco bomberos muertos y centenares de hectáreas calcinadas es el triste final de un comportamiento tan irresponsable.
Cuando se preguntó a los dos individuos, mantuvieron que el incendio lo produjo un rayo, pero el análisis del tronco trasladado al laboratorio de la policía científica lo ha desmentido.
El viento propagó con rapidez un fuego que pretendía devorarlo todo mientras estos dos bomberos auxiliares se dedicaban a hacer fotografías de las llamas sin alertar a los servicios de urgencias. Ocultaron los hechos durante casi seis meses hasta que ahora por fin se ha descubierto todo.
¿Qué reflexión puede quedarnos de este suceso?
Recuerdo aquella fábula del lobo que habían puesto a cuidar de las gallinas pensando en un pirómano vestido de bombero y resulta escalofriante la baja actitud moral de algunas personas que ante la desgracia sin paliativos, símplemente se dedican ha hacer fotografías.
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