Muchas veces la palabra jardín está asociada al uso de una segadora, quizá pensamos en un jardinero/a empujando una máquina que siega el césped dejando una franja del derecho y otra del envés en un suelo que parece terciopelo verde.
De todos mis recuerdos de los jardines que he cuidado, probablemente el más evocador sea el del olor a césped recién cortado.
Según la revista MUY INTERESANTE:
“Normalmente, se trata de compuestos saturados volátiles y alcoholes orgánicos, como el cis-hexen-1-ol, también conocido como beta-gamma hexanol; el alcohol de hoja o cis-3-hexenil-acetato; y el 2-hexenol acetato”.
Antiguamente todas las máquinas de segar eran helicoidales y no funcionaban ni con gasolina ni con electricidad sino empujándolas, por lo que era muy conveniente que las siegas se realizaran con frecuencia por la dificultad de cortar una hierba muy alta.
Desde entonces hasta hoy las técnicas y maquinaria han mejorado notablemente, en la actualidad hay segadoras que a la vez que siegan, también compactan el firme.
De estas, las más habituales son las helicoidales que mencionábamos antes, pero esta vez propulsadas por un motor de 4/6CV que suelen ser Briggs & Stratton de HONDA.
Máquinas pesadas [de 80 kilos] fabricadas por BANÚS [Lluis Banus S.L.] y que permiten una siega a pocos milímetros del suelo con el aspecto de un green de golf.
Si no tenemos mucho tiempo para siegas o no somos muy exigentes, conviene que pensemos en el modelo de una sola hélice. Dos cuchillas montadas sobre un rotor que corta y recoge toda la materia vegetal en un saco cuadrado y resistente con una base de goma plastificada. Algunos llaman a este modelo la tortuga, por su forma redonda.
En este caso, Honda no solo fabrica el motor, sino que también integra todo el chasis y componentes de alto rendimiento. Los ingenieros de esta marca diseñaron un sistema llamado roto-stop, que sin parar la máquina puede detener independientemente la hélice, para atravesar un camino de piedras de Alcover, por ejemplo.
Estos modelos son muy fáciles de manejar en cuanto a la altura de corte y propulsión, pero siempre debemos tomar la precaución de nunca manipular su interior –para retirar una pequeña rama, por ejemplo- sin haber parado el motor por completo.
Antes de efectuar una siega es muy conveniente supervisar la zona para retirar cualquier elemento no deseado: piedras, restos de madera, por supuesto clavos o tornillos ocultos o incluso algún juguete. Además del daño que se puede producir a la máquina y las cuchillas, también debemos pensar en nuestra propia seguridad y en lo que podría ocurrir si alguno de estos objetos sale disparado descontroladamente.
Algunos fabricantes como Bosch o Black & Decker han desarrollado algunos modelos sencillos alimentados por corriente eléctrica [Bosch ROTAK 34-II -1300W y B&D GR3400-QS. 1000/12000W]. Aunque esta última herramienta de la prestigiosa marca de taladradoras es más económica, entraña ciertos inconvenientes, uno de ellos es el cable eléctrico, que podemos morder con la hélice si no estamos atentos. [B&D También comercializa un modelo con batería recargable de 36 V -ES 36V 47cm Cordless Lawnmower-].
Claro, si solo disponemos de unos 20m² es fácil concluir que con una sencilla máquina eléctrica sea suficiente. Sin embargo en muchos casos estas máquinas de “usar y tirar” tendrían poca vida si no segamos como mínimo una o dos veces a la semana y la potencia de corte podría recordarnos la de un molinillo de café. Por otro lado, si optamos por el modelo más pequeño -con motor de gasolina-, comprobaremos para nuestra satisfacción que se trata de una máquina de más rendimiento, más calidad de corte y mejor servicio postventa. Por lo general son más robustas y resistentes, sin riesgos a electrocución. Si las cuidamos bien, pueden durarnos mucho tiempo.
Mantenimiento
El primer cuidado que deseamos memorizar con relación a una segadora es la limpieza después de cada uso. Hay que retirar los restos vegetales y tierra adheridos a la carcasa y las hélices. Engrasado del cableado [acelerador, roto-stop…,etc]. Con un paño algo empapado en aceite o gasoil, podemos dejarla reluciente en pocos minutos, si además la cubrimos con una lona y la guardamos en un lugar seco y ventilado, la encontraremos siempre lista para uso.
Aceite
De vez en cuando necesitaremos desmontar la hélice para afilarla, después de muchas horas de siegas, hasta el césped más tierno puede hacer mella en el metal. Otra importante precaución es la de que no le falte aceite, incluso al inicio de cada temporada conviene vaciar el depósito y reemplazar el aceite por uno nuevo siguiendo las recomendaciones del fabricante.
Gasolina
En muchos casos la gasolina que precisa este tipo de máquinas debe ser mezclada con aceite en un 2/3%. Este paso previo es muy importante, porque de lo contrario –sin aceite-, el motor se recalentaría hasta el punto de dilatar sus componentes y quedar soldados entre sí. Reemplazar un motor representa un coste igual o similar a la compra de una máquina nueva.
Todas estas indicaciones pueden parecer una tediosa carga, pero solo es cuestión de práctica y en poco tiempo se convertirá en una tarea habitual.
Las cuchillas
Las segadoras Banús poseen 7 hélices; su corte es mucho más preciso, pero para ello las cuchillas deben estar perfectamente afiladas y alineadas con su carcasa hasta el punto de poder cortar una hoja de papel sin sufrir fricciones. Para el afilado suele emplearse una lima y un papel de lija en el pulido. Si uno no está seguro de cómo hacerlo, es mejor enviar la máquina al fabricante, aunque esto último no es nada barato. Las cuchillas son robustas, pero su filo muy susceptible a piedrecitas u otras partes duras que podemos encontrar en el terreno. Este tipo de máquinas no tiene ruedas de goma, por lo que para su traslado se calza sobre un soporte consistente en una barra de hierro con una rueda en cada extremo. El ajuste de la altura de corte es algo más complicado; en cada uno de sus lados hay un juego de 3 tornillos roscados sobre la chapa que son de diferentes alturas. Uno de ellos sujeta el rodillo metálico delantero y la plancha que recibe las hélices, el segundo libera la manipulación del tercero en cuanto a altura de siega; la herramienta que se emplea para estos tornillos es una llave Allen. Esta máquina nos creará muchas dificultades si el césped supera los 12 cm de altura. Filtros
Todas las máquinas de gasolina tienen al menos dos filtros de aire, uno es de esponja flexible y el otro de panal laminado. En ambos casos es interesante asegurarnos de que están limpios de polvo y briznas de hierba, la falta de aire ahoga el motor hasta detenerlo.
También resulta conveniente tener alguna bujía de repuesto además de un estuche con lo indispensable [llave Allen, llave de bujía, lima plana para hierro…,etc]
Conclusiones
Un césped bien cuidado honra a su dueño, dice mucho sobre la clase de persona que es, sobre su sensibilidad hacia el entorno natural que, además puede influir en otras percepciones de la vida. No deben asustarnos “tantas” instrucciones sobre uso y mantenimiento de maquinaria. Además de un detallado manual de instrucciones suministrado en el momento de la compra, el vendedor o mecánico siempre estará dispuesto a responder a nuestras preguntas, hablar con otros usuarios y resolver nuestras dudas practicando sencillas sugerencias puede enriquecer nuestras vidas y llenar algunos vacíos. Por lo menos disfrutaremos el doble de la jardinería, si la compartimos.
Segar un césped y observar sus líneas longitudinales rectas es muy agradable y un descanso para los sentidos.
Respira hondo mientras deslizas la segadora por una hermosa alfombra de intenso verde y llega a la conclusión de que posiblemente las cosas más sencillas de la vida son muchas veces las más satisfacientes.
Claro, si solo disponemos de unos 20m² es fácil concluir que con una sencilla máquina eléctrica sea suficiente. Sin embargo en muchos casos estas máquinas de “usar y tirar” tendrían poca vida si no segamos como mínimo una o dos veces a la semana y la potencia de corte podría recordarnos la de un molinillo de café. Por otro lado, si optamos por el modelo más pequeño -con motor de gasolina-, comprobaremos para nuestra satisfacción que se trata de una máquina de más rendimiento, más calidad de corte y mejor servicio postventa. Por lo general son más robustas y resistentes, sin riesgos a electrocución. Si las cuidamos bien, pueden durarnos mucho tiempo.
Mantenimiento
El primer cuidado que deseamos memorizar con relación a una segadora es la limpieza después de cada uso. Hay que retirar los restos vegetales y tierra adheridos a la carcasa y las hélices. Engrasado del cableado [acelerador, roto-stop…,etc]. Con un paño algo empapado en aceite o gasoil, podemos dejarla reluciente en pocos minutos, si además la cubrimos con una lona y la guardamos en un lugar seco y ventilado, la encontraremos siempre lista para uso.
Aceite
De vez en cuando necesitaremos desmontar la hélice para afilarla, después de muchas horas de siegas, hasta el césped más tierno puede hacer mella en el metal. Otra importante precaución es la de que no le falte aceite, incluso al inicio de cada temporada conviene vaciar el depósito y reemplazar el aceite por uno nuevo siguiendo las recomendaciones del fabricante.
Gasolina
En muchos casos la gasolina que precisa este tipo de máquinas debe ser mezclada con aceite en un 2/3%. Este paso previo es muy importante, porque de lo contrario –sin aceite-, el motor se recalentaría hasta el punto de dilatar sus componentes y quedar soldados entre sí. Reemplazar un motor representa un coste igual o similar a la compra de una máquina nueva.
Todas estas indicaciones pueden parecer una tediosa carga, pero solo es cuestión de práctica y en poco tiempo se convertirá en una tarea habitual.
Las cuchillas
Las segadoras Banús poseen 7 hélices; su corte es mucho más preciso, pero para ello las cuchillas deben estar perfectamente afiladas y alineadas con su carcasa hasta el punto de poder cortar una hoja de papel sin sufrir fricciones. Para el afilado suele emplearse una lima y un papel de lija en el pulido. Si uno no está seguro de cómo hacerlo, es mejor enviar la máquina al fabricante, aunque esto último no es nada barato. Las cuchillas son robustas, pero su filo muy susceptible a piedrecitas u otras partes duras que podemos encontrar en el terreno. Este tipo de máquinas no tiene ruedas de goma, por lo que para su traslado se calza sobre un soporte consistente en una barra de hierro con una rueda en cada extremo. El ajuste de la altura de corte es algo más complicado; en cada uno de sus lados hay un juego de 3 tornillos roscados sobre la chapa que son de diferentes alturas. Uno de ellos sujeta el rodillo metálico delantero y la plancha que recibe las hélices, el segundo libera la manipulación del tercero en cuanto a altura de siega; la herramienta que se emplea para estos tornillos es una llave Allen. Esta máquina nos creará muchas dificultades si el césped supera los 12 cm de altura. Filtros
Todas las máquinas de gasolina tienen al menos dos filtros de aire, uno es de esponja flexible y el otro de panal laminado. En ambos casos es interesante asegurarnos de que están limpios de polvo y briznas de hierba, la falta de aire ahoga el motor hasta detenerlo.
También resulta conveniente tener alguna bujía de repuesto además de un estuche con lo indispensable [llave Allen, llave de bujía, lima plana para hierro…,etc]
Conclusiones
Un césped bien cuidado honra a su dueño, dice mucho sobre la clase de persona que es, sobre su sensibilidad hacia el entorno natural que, además puede influir en otras percepciones de la vida. No deben asustarnos “tantas” instrucciones sobre uso y mantenimiento de maquinaria. Además de un detallado manual de instrucciones suministrado en el momento de la compra, el vendedor o mecánico siempre estará dispuesto a responder a nuestras preguntas, hablar con otros usuarios y resolver nuestras dudas practicando sencillas sugerencias puede enriquecer nuestras vidas y llenar algunos vacíos. Por lo menos disfrutaremos el doble de la jardinería, si la compartimos.
Segar un césped y observar sus líneas longitudinales rectas es muy agradable y un descanso para los sentidos.
Respira hondo mientras deslizas la segadora por una hermosa alfombra de intenso verde y llega a la conclusión de que posiblemente las cosas más sencillas de la vida son muchas veces las más satisfacientes.
0 comentarios:
Publicar un comentario