Entre la multitud de estructuras, modelos y complementos de jardín, ya sea iluminación, texturas y diseños, lo primero que debemos tener en cuenta durante nuestra elección son los materiales. Cada vez más, una mayor tendencia en paisajismo sugiere que nos acerquemos a la simplicidad y al minimalismo; y es que no siempre más es mejor. En este sentido, se pretende también un menor consumo de recursos –hidráulicos, plaguicidas, movimientos de tierra o mantenimientos- y siguiendo las importantes directrices de la Xerojardinería, convertir la zona ajardinada en sostenible.
Posiblemente uno de los materiales más empleados en construcción y mobiliario sea la madera. Madera tratada que quizá provenga de países del este. En estos momentos, aunque durante los años noventa se popularizó su uso, debemos evitar incluir las traviesas de vía como elementos del jardín y muy especialmente como mobiliario. La Creosota que recubre las antiguas traviesas de vía con la intención de impermeabilizarlas, es un producto altamente cancerígeno en contacto con la piel.He visto a operarios cortar esas traviesas sin protecciones de ningún tipo, lo cual es una total imprudencia, hasta que el propio calor generado por el rozamiento de la cadena de la motosierra convertía el revestimiento de creosota en un alquitrán [alquitrán de hulla] líquido pegajoso. Años atrás, y todavía hasta el día de hoy los p
ostes de la luz de muchos kilométricos enclaves de nuestra geografía estaban impregnados de este oscuro aislante. Las autoridades sanitarias advierten encarecidamente sobre su uso, con pequeñas excepciones en tanto que no haya riesgos de contacto. En vista de la peligrosidad y riesgos para la salud, muchos han empleado maderas bañadas en sustancias químicas impermeables que después se ha sabido que son tanto más perjudiciales por la liberación de sus componentes químico en la intemperie, que la propia creosota. Es importante que esas maderas
–que muchas veces son de un color verdoso aguado- vengan acompañadas de un certificado –denominación de origen- con las características y garantías mínimas necesarias. Lo más barato no siempre es lo más conveniente, independientemente de cuál sea su procedencia. Ya se sabe que si la primera compra es tan económica que debe ser sustituida prontamente y reemplazada debido a lo precario de su rendimiento, en sí mismo el artículo no puede ser considerado ni barato, ni de calidad. Es importante que no desestimemos los productos del país [Brezos, hierro, madera o piedra] buscando nuevas aventuras en otros lugares más lejanos.
La globalización ha llenado de nuevas plagas nuestros cultivos y generados amenazas invasivas para las que no estamos todavía preparados.
Advertencia madera tratada:
http://www.elcosh.org/es/document/370/d000366/los-peligros-de-la-madera-tratada-a-presi%253F.html
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