lunes, 10 de mayo de 2010

WWOOF



A principios de los años 60, miles de trabajadores de la tierra abandonaron los campos y la sencillez de sus pueblos para vivir en la ciudad. Durante la emergente revolución industrial, muchos de ellos ocuparon algún puesto en una fábrica. Ahora ya no se llamaban Manolo o Pepe, ahora eran el operario 1940, taquilla 1400, planta de maceración – molturación, a las órdenes de un contramaestre chusquero, que al menos sabía leer y escribir.
Otros emigraron a Alemania y regresaron aquí después de una década con los ojos empapados de nostalgia y una maleta de cartón repleta de miserias.
Tiempo después pudieron comprar un piso, una televisión con dos canales, un coche, una casita a las afueras, con un huerto para no olvidar quienes eran.
Sus hijos crecieron pensando que la leche venía del tetrabrik, la miel de la Granja San Francisco y el dinero lo fabricaba un chino oculto en un cajero automático con un pequeño rodillo bañado en tinta.
40 y pocos años después supimos que nuestros padres y nuestros abuelos tenían razón.
Viernes 19:00 horas, la llamada de la tierra. Millones de vehículos huyen de las ciudades empobrecidas de grafitis, parques inmundos de palomas enfermas y vagabundos que apuran vino de 80 céntimos, huyen del estrés, los atascos y la contaminación para buscar espacios abiertos y puros de prados verdes, centelleantes montañas nevadas, lagos de espejo o playas de arena dorada.
Dejamos atrás los vales de descuento, las facturas, el cemento, los conflictos laborales y la modernidad que tantas veces nos convierte en extraños, para hacer algo juntos. Quizá visitar una granja, o una aldea con casa rural, deleitarnos con el sabor de lo auténtico, sin plásticos ni conservantes y cerrar los ojos para escuchar la suave armonía de la tierra latiendo al ver al cielo.
No importa de dónde seamos, todos nos hemos sentido alguna vez impulsados por la imperiosa necesidad de corretear en un prado de espigas verdes y oler el musgo adherido a las cortezas del sauce, de disfrutar de la naturaleza y quizá practicar moderadamente –no estamos acostumbrados- algunas de las cosas que conformaban la vida de nuestros antepasados, hacer fuego, dar de comer a las gallinas, cavar un surco de patatas u ordeñar a una vaca.
Para que podamos disfrutar de algo así se han creado algunas organizaciones que fomentan el contacto con la naturaleza mediante actividades muy creativas al aire libre.


Una de ellas es
WWOOF




WWOOF

WWOOF es una organización de intercambios que nace en otoño de 1971 para desarrollar trabajos con animales y vegetales en granjas orgánicas de todo el mundo.

La idea surgió en Inglaterra cuando una Secretaria de Londres, Sue Coppard, reconoció la necesidad de sensibilizar a la gente sobre el movimiento de cultivo orgánico y de proporcionar acceso al campo para aquellas personas que como en su caso no tenían los medios o la oportunidad de hacerlo.
Su idea se inició con un fin de semana de trabajo -a prueba- para cuatro personas. Se realizó en la granja de bio-dinámica del Emerson College en Sussex.
El contacto con el suelo y los trabajos de jardinería y agricultura resultaron muy satisfactorios y exitosos, por lo que la iniciativa de Sue cobró impulso.
En poco tiempo muchos más agricultores y pequeños productores estaban dispuestos a colaborar permitiendo que más gente trabajara desinteresadamente en sus tierras y se produjera un intercambio de conocimientos, técnicas y habilidades.


WWOOF UK se desarrolló rápidamente y la organización adaptó sus sistemas para satisfacer las necesidades de miembros entusiastas y activos que difundieron la noticia con mucho aprecio.

Ahora hay organizaciones autónomas de WWOOF en muchos países en los que todos tienen sus propias maneras de organizarse pero que básicamente tienen la misma estructura. Se publica una lista de hosts –personas dispuestas a recibir y alojar a los voluntarios- y boletines informativos.

En año 2000 se celebró la primera Conferencia Internacional de WWOOF con representantes de 15 países. Entre todos se crearon las bases que regirían la organización.

Durante esta primavera y principios de verano, algunos han sido enviados como voluntarios para cuidar los jardines de un castillo en Escocia, sin duda una maravillosa oportunidad para intercambiar conocimientos, practicar el idioma y por supuesto para disfrutar de un entorno idílico.





La siguiente vista aérea corresponde al castillo:












2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hoja, soy un muchaco de España que me gustaria informarme sobre el wwoofing en Escocia. Si alguien puede ayudarme o facilitarme direcciones de e-mail, que se ponga en contacto conmigo en : javiiriberri@hotmail.es

Anónimo dijo...

Hola. Tenéis una lista de granjas de la red WWOOF (aunque no muy actualizada) en http://www.gamefront.com/files/17480755 y en http://www.sendspace.com/file/slkvr2

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Geranios

Casa de Louis Van Gaal copia/
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